En esta oportunidad estamos trayendo información que nos pareció puede ser útil para ayudarnos a mantener un cuerpo sano, que además refuerza buenos hábitos de alimentación y comportamiento saludables sin entrar en complejidades de cálculos, pero que son cosas que en general tienen buen soporte científico.
Lo encontramos en el sitio web español vitonica.com a partir del agregador de contenidos feedly y el artículo original se titula Nueve consejos básicos para bajar nuestro porcentaje de grasa corporal.
Ahora pasamos a compartir los consejos que trae dicho artículo:
Controlar las calorías
No se trata de medir con exactitud todo lo que consumamos en el día, sino tener presente que si consumimos más calorías de las que gastamos no conseguiremos ninguna disminución de grasa.
Y si, es verdad que no todas las calorías son iguales, que no todos los alimentos tienen los mismos efectos, pero por mucho que esto sea verdad, también es verdad que si no comes menos de lo que quemas, no pierdes peso y por lo tanto, no pierdes grasa.
Aumentar el gasto calórico
A veces es complicado reducir las cantidades que comemos. Comer menos hace que la dieta sea menos llevadera y que sea más fácil que, el hambre, la ansiedad o ambos nos hagan abandonar. Entonces, en lugar de reducir calorías puede ser mejor aumentar el gasto calórico diario.Algo tan sencillo como estar menos tiempo sentado, subir por las escaleras, bajarse una parada antes del bus, limpiar la casa o no estar quietos nos ayuda a que al final del día el gasto calórico sea mayor.
Comer más proteína
Algo tan sencillo como aumentar la proteína de la dieta puede ayudarte a perder peso tal y como se ha comprobado en varios estudios científicos.
La cantidad recomendada ronda los dos gramos por kilo de peso corporal, aunque en varios estudios se han probado cantidades incluso más altas sin ver resultados adversos. El efecto termogénico y saciante de este tipo de alimentos puede marcar la diferencia al final del día.
Ganar más músculo
A veces, nos estancamos con la pérdida de peso y llegamos a un punto en el cual no es imposible seguir perdiendo peso. En este caso, una muy buena opción es ganar peso en masa muscular.
Cuanto más kilos de músculo tengas en el cuerpo, más fácil será perder grasa. Es más, cuánto más músculo tengas, mayor será tu gasto calórico al final del día y por tanto más calorías podrás comer. ¡Es una inversión a largo plazo!
Reducir el tiempo de descanso
Esto aplica para las personas que practican ejercicios de forma rutinaria y se refiere simplemente a reducir los tiempos entre series.
Cuanto menos descanso menos peso podremos mover, pero más calorías quemaremos y nos ayudará a que el entrenamiento sea más activo.
Beber más agua
Aumentar la cantidad de agua al final del día puede ser una pequeña ayuda en una dieta de pérdida de peso. Puede que no vaya a ser una gran diferencia, pero nos ayudará a limpiar nuestro cuerpo de toxinas y a reducir el apetito.
Un truco sencillo es simplemente beberse un vaso de agua grandecito antes o después de cada comida.
Reducir los carbohidratos
No es que los carbohidratos sean los culpables de que engordes o no, pero si es verdad que es más fácil estar comiendo carbohidratos que estar comiendo grasas y proteínas.
Tanto las grasas, como las proteínas son más saciantes y trucos tan sencillos como quitar el pan de nuestras comidas o reducir el azúcar de los cafés nos puede ayudar a reducir las calorías totales al final del día sin mucho esfuerzo.
Cambiar tu estilo de vida, en lugar de hacer dietas
Lo más importante y que marcará que grandes resultados y cambios aparezcan o no, es la continuidad. Así que olvídate de dietas restrictivas o temporales.
Debes enfocarte en aprender a comer, mejorar cada día un poco y hacerlo de forma permanente pensando a largo plazo. Después de un tiempo verás que no te cuesta absolutamente nada comer bien y los resultados obtenidos serán para siempre.
Dormir más y mejor
Dormir más y mejor puede ayudarte a perder peso más de lo que crees. El descanso, además de tener efectos sobre la concentración y la productividad, también afecta al corazón, al metabolismo e incluso al riesgo de padecer o no diabetes.
No es que sea necesario dormir ocho horas diarias, pero, si no descansas lo suficiente puedes estar perjudicando los resultados de tu dieta y, a veces, es más importante la calidad que la cantidad.
Conclusiones
Lograr y mantener un cuerpo equilibrado en la cantidad de grasa que tiene, puede ser un factor muy importante para mejorar tu calidad de vida. Pero conseguir resultados en este campo muchas veces depende más de cosas sencillas, que practiquemos con regularidad y se conviertan en hábitos saludables, que de estar haciendo la última dieta que alguien se inventó.
En todo caso, te recordamos que si eres de los que tiene un sobre peso del que no te has podido librar por más dietas y ejercicios que practiques, es posible que una intervención por cirugía bariátrica como el Bypass Gástrico, pueda ayudarte a recuperar tu calidad de vida. El equipo de Cirugía para la Obesidad está preparado para analizar tu caso y acompañarte en la toma de la decisión que más te convenga.